El gobierno de Baja California presenta algunos indicadores económicos como signo positivo de "recuperación de la crisis". Estos indicadores van desde el incremento de asociaciones mercantiles y civiles hasta el incremento de la población económicamente activa contratada por microempresarios, el 43 %. A esta situación la describen felizmente como "comportamiento estable y tendencia creciente". Sin decir, por ejemplo, que muchas de las empresas contabilizadas como éxito, ya no están operando, y las mismas familias inician con otro giro, con otra actividad económica. O que el incremento de asociaciones es por la búsqueda de alternativas económicas como financiamientos internacionales o nacionales, ante el alto índice de desempleo y baja calidad de vida.
Llama la atención que Baja California "se esté recuperando", mientras al mismo tiempo el propio gobierno anuncia su recorte de personal. Primero reconoce que hay un problema, la crisis. Luego elabora un diagnóstico, anuncia objetivos e incluso estrategias. Después, ya no hace nada más. Sólo se le ocurre recortar personal. ¿Por qué no se le ocurre recortar a la mitad los sueldos de los funcionarios de primer y segundo nivel de todo el país, en los tres órdenes de gobierno y de sus instituciones presuntamente autónomas?
